viernes, 13 de julio de 2007

Varios...

Ok, varias cosas por comentar en esta semana... días difíciles, poca comida, mucho libro de cocina (hay que cuidarse del hastío) y varias cuentas regresivas:

Ver Ratatouille, y sentir que todo el mundo puede ahora sí entender qué tipo de epifanía puede producir la comida, ese retroceso a la infancia que me obsesiona hecho imagen perfecta, los chistes internos de cocineros, que me llegan al alma (el vino más caro, la afilada de los cuchillos de Colette, la hermosa reformulación del Ratatouille: rodajas, cómo no haberlo pensado antes??????) Y el tierno comentario de mi ídolo (pronto te veré Bourdain), quien además escribe en el blod de Michael Ruhlman que es papá y lo ha enternecido (hay hasta una foto). Reproduzco ese comentario de bourdain, porque es brillante:
"I think it's quite simply the best food movie ever made,” Tony wrote today in an email. “The best restaurant movie ever made--the best chef movie. The tiny details are astonishing: The faded burns on the cooks' wrists. The "personal histories" of the cooks...the attention paid to the food...And the Anton Ego ratatouille epiphany hit me like a punch in the chest--literally breathtaking. I saw it in a theater entirely full with adults--and the reaction to that moment was what movie making was once--a long time ago--all about: Audible surprise, delight, awe and even a measure of enlightenment. I am hugely and disproportionately proud that my miniscule contribution (if any) early early in the project's development led to a "thank you" in the credits. Amazing how much they got "right."

Ahora lo siguiente. No despacho a Remy, ni a tony... porque francamente me dan fortaleza de mi escogencia profesional hoy, en los peores momentos, en los que estoy tan exiliada como la tierna ratica.

Llega Harry Potter en doble partida, para que la segunda porción del año sea mágica (Y ojalá mejor para mí... porque francamente... ha sido DURO). Esta noche, esta noche esta noche... HArry.

Y con eso, mis reflexiones se llenan de infancia... estoy con nostalgia, como siempre y quisiera comer esas cosas que me mataban de niña: un platillo de crem helado y unas galletas con bonchis, unos gudis (con ellos soy feliz)...aunque también valga decir, estoy emputada con la nostalgia de algunas personas, como mis compañeros de colegio (no todos) que decidieron abogar por una reunión en Suiza, como si acá no se pudiera uno reunir, emborrachar y tener la misma epifanía de Remy al comerse una mazorca. Protesto. Me imagino, y la tendré con aquellos que quieran tenerla acá (mis leidis y los susodichos, entre otros)...

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