sábado, 9 de junio de 2007

Hay entradas de entradas...

Nunca he escrito un blog. Y poco los leo. Pero he decidido empezar a guardar mis magdalenas, para más adelante poder recuperar más elementos para mi idea/proyecto de restaurante. La idea, robada y apropiada, es la de usar el recuerdo para construir algo nuevo, que necesariamente rinda un homenaje a lo que pienso que es el acto gastronómico: recordar y crear el recuerdo, todo en un instante simultáneo, exquisito y personal: yo no creo que nunca, ni siquiera cuando hago o consumo una sopa de sobre, puedo dejar de recordar. No me voy a creer poetiza, porque no los soy... y dejo así.

La idea es rescatar no sólo esos recuerdos de lo que comía cuando chiquita o más grandecita (dentro de los que cabe destacar un amor por el bocheese con galletas quetzal, la chocolatina jet con pan... -a cualquier hora del día me arranca una sonrisa ese descubrimiento genial-, y un desprecio casi terrible a las habichuelas en salsita blanca del colegio, que debía comer tortuosamente vigilada por Rosemarie, una suiza enana que también me atemorizaba con Mozart y con un gong, o a las alverjas que mi tierno hermano llamaba goles, y con las que teníamos, en efecto más partidos de fútbol de los que pasan en un día en las 15 versiones de ESPN que hay en la tele, ni la primera vez que pesqué una langosta, la asesiné y me la comí con un balde de mantequilla de vaca, feliz, ni cuando me enamoré de unas manos capaces de extender una masa delgada y consistente, para luego hornear a la perfección, con rapidez, una pizza sencillamente espectacular) sino de todo. La idea es ir archivando una colección de pensamientos ( brillantes y trillados, en espanglish o danés, pero pensamientos hasta de la última dona que se comió Homero Simpson, la increíble omisión de los alimentos en 24... ya van 6 o 7 temporadas y Jack no se come ni un puto hotdog en una esquina, la falta de crítica gastronómica comprometida con la comida, no con los dueños del lugar, o mejor dicho, creadores de atmósfera, porque es más importante el ambiente que la puta sopa de cebolla o la ensalada cesar con pollo que invaden las cartas de Bogotá, el orígen de los espaguétis, o del corrientazo, o el menú de degustación de Il Buccco, una fritanga camino a Funza), recuerdos gastronómicos o cotidianos y extraordinarios ( como la papa frita de macdonalds con helado o las crispetas con jugo de piña, o, la sopa de sobre grumosoa, o la waferjet que indice a la siesta), gustos y disgustos ( bueno, ahí tiene que yo soy puro gusto y disgusto... a poco no???), héroes (cómo no nombrar al Bulli, a Gabriela y mis leidis que me empujaron de cabeza a una beca modesta y a reencontrarme con mi sonrisa vestida de chef, con gorrito y todo, a Bourdain... el aventurero que no he sido, que envidio, respeto y quisiera conocer más a fondo que la última vez que casi me cago por fumarme un cigarrillo a su lado???, o a Timoteo... y no precisamente el ochentero personaje que impuso incluso su propio estilo de escritura, y a mis papás por respetar y financiar la locura de largarme al sitio más caro del mundo a estudiar cocina???) y enemigos ( hay golpes en la vida, yo no sé... pero hay gente que simplemente como enemiga es más interesante. Kendon Freaking fatso MacDonald, escocés hediondo, gordo desenfrenado wannabe autoridad gastronómica... gas, por ejemplo), menús (el de magdalenas que es tan bello y que iré agrandando a medida que mi imaginación y mi presupuesto me den, y los de otros también porque yo me adueño hasta de las medias si me ayudan a crecer), ideas concretas o fallidas... canciones ( te suenan mis colecciones de canticuentos, música guisa, loba, para gritar llorar o hacer el amor????), vinos (y viene el WINE WALL, que será, tarde o temprano un homenaje a tantos seres con los que he consumido este brevaje), amigos (daaaaaaaaaaaaaaaa. los amigos son la extensión de la vida, y con los que uno come mejor, aunque sea sopa de sobre, insisto), fotos, galletas( de la fortuna y otros demonios), libros (porque también por un rato del día soy nostálgica literata, lectora y devoradora de ideas idiotas sobre cómo dejar de comer mal para ser feliz o encontrar un novio- y cuando eso paga, pues con eso como-), ideas idiotas ( como esta de escribir un blog, en vez de trabajar 17 horas para un jefe malparido que ni prestaciones me da, o una señora que no es capaz de intruir a sus empeladas y alimentarlas del mismo bulto), y otras más lúcidas... MAGDALENAS.
Ahí tiene ud la entrada... con esa entrada, pa qué postre!!!!

3 comentarios:

Mariana dijo...

Julianín, mi admiración. Quiero ser parte de Magdalenas, desde hace años con las memorias que nos unen, ahora con todo el apoyo y más adelante con mi capital que estoy tratando de formar!!!!!

santiago dijo...

Julianin, me parece super que haya empezado un blog. Yo si tengo cultura internetesca por lo cual ya mismo agnadire su blog a mi feed reader. Abrazos desde la fria, ventosa y lluviosa Esbjerg.

Maite dijo...

Julianín me fascina tu blog. Esperando comer otra vez algo echo por ti.